Invidanza nace por la experiencia vivida al llevar a cabo mi trabajo de conocimiento del cuerpo y las emociones a través de la danza con Meritxell Lorca, invidente total desde sus 15 años.

En el año 2017 confió en mi para formar parte de su equipo de guías y entrenadores personales hasta la actualidad.

 

Junto a ella he podido ver su evolución en el tiempo con su primer compañero de baile, que es su cuerpo, su primer desconocido. También he podido aprender de su experiencia como invidente y con ello empatizar y ver la vida desde su perspectiva.

 

Animada al ver los resultados positivos en Meri, me embarco en este trabajo de danza corporal y emocional por ver la necesidad de que personas invidentes de nacimiento o por enfermedad degenerativa se ven ante la vida sin opciones y sin saber cómo comportarse principalmente consigo mismos. Normalmente, desarrollan sus habilidades con su cuerpo desde el punto de vista del miedo, dejando que esos propios miedos y de quienes les rodean sean los que dirijan las riendas de aprendizaje, haceres y formas de pensar.

 

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La elaboración de esta propuesta es facilitar la actividad de la danza a un colectivo vulnerable con capacidades múltiples. Invidanza es un proyecto social destinado al público adulto invidente que pretende reivindicar su papel activo en nuestra comunidad. Especialmente otorgando autonomía a través del arte de la danza permitiendo que los usuarios se desarrollen como seres mas independientes y autosuficientes. Queremos estimular su desarrollo creativo por medio del movimiento, de la expresión del cuerpo y de la sensibilidad creativa.

 

Dadas las características propias de la invidencia, el niño desde su nacimiento requiere de un apoyo adicional por parte del entorno familiar. El desarrollo evolutivo presenta unas dificultades añadidas donde el individuo manifiesta su resiliencia y  adaptación al medio. En la adultez, hay una necesidad de generar un espacio seguro, independiente, dentro de las posibilidades que le brinda el sistema.

 

Pero nuestra sociedad vidente, con escasez de adaptaciones y falta de motivación para el aprendizaje de lo nuevo o extraño, incentiva la inseguridad y el miedo del invidente condenando la ceguera al grupo marginal.

 

Con Invidanza, pretendo crear un espacio seguro donde poder elaborar sus propias herramientas en cada etapa de vida  empleando ejercicios, conceptos y valores a través de la danza y la música, demostrándose las múltiples posibilidades que existen en su realidad. Para llevar a cabo Invidanza se han creado sesiones individuales o en pareja guiadas donde empleo diferentes recursos para alcanzar el descubrimiento corporal, emocional y personal, inspirándonos en diferentes técnicas. En definitiva siempre pueden llegar a más, siempre hay un nuevo paso que danzar.

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OBJETIVOS

 

• Objetivo general

Trabajar y conectar con el cuerpo, la mente y la sensibilidad a través de ejercicios, conceptos, técnicas englobadas de danza y música.

 

• Objetivos específicos

. Conectar con la respiración consciente

. Conocer las habilidades del cuerpo

. Aumentar la conexión con el propio cuerpo físico y emocional.

. Alimentar la autoestima

. Desarrollar la confianza

. Sensibilizar el tacto y el toque

. Estimular la coordinación

. Promover actividades creativas

. Desarrollar la autonomía y confianza en uno mismo.

 

 

DESTINATARIOS

 

Invidanza es un proyecto especialmente diseñado para adultos y jóvenes invidentes a partir de los 14 años de edad.

 

La metodología de Invidanza requiere de un aprendizaje madurativo que solo encontraríamos a partir de la adolescencia, donde el pensamiento abstracto, los procesamientos reflexivos y el raciocinio se inician para alcanzar el clímax en la adultez.

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